Multitud de fieles acompañaron a la "Devoción de la Parroquia", que fue acompañada por la "Entre Azahares" de Dos Hermanas.
Que la pequeña Virgen Carmelita que se venera en Santa María Magdalena goza de una fuerte devoción en Dos Hermanas es algo indudable, y para muestra un botón. Una gran multitud acompañó en todo momento a la "Estrella de los Mares" en su procesionar por las céntricas calles del municipio en una agradable noche de verano en la que los vítores, al igual que el año pasado, no cesaron hasta recogida la Virgen.
Sobre las 21:30 horas pisaba por segundo año consecutivo - y esperemos que sean muchos más - la coqueta talla de Nuestra Señora del Carmen, una imagen realizada en barro cocido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX y que se cree que podría ser la primitiva Titular de la sevillana Hermandad del Carmen de Santa Catalina (que también procesionó ayer en la capital hispalense). Lucía la Señora maravillosamente ataviada por Juan Rodríguez y sus camareras habituales, e iba profusamente enjoyada como si de una imagen del pasado más esplendoroso se tratase. Las andas, cedidas por la Hermandad de la Estrella, contaban con un exorno floral muy variopinto y acertado. Tras ellas se situaba la Banda de Cornetas y Tambores "Entre Azahares" de Dos Hermanas con un repertorio sublime que interpretaban con suma exquisitez.
Como ya sucediera en 2016, fueron las camareras y las mujeres nazarenas las encargadas de portar a la Santísima Virgen a excepción de un tramo del recorrido, en el que fue llevada por hombres. A la altura de la calle de La Mina una gran lluvia de pétalos cayó sobre la "Devoción de la Parroquia", como se pudo oír durante los vítores del momento. Pasadas las 23:30 horas, la Sagrada Imagen entraba en la Iglesia más antigua de la ciudad y se quedaba a la espera de un nuevo 16 de Julio.
A continuación les mostramos algunas imágenes de la Salida Procesional.
Fotografías: Alejandro Alguacil.
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